Quién no ha entrado alguna vez en una casa o, al menos, ha visto en una película uno de esos armarios que son, directamente, una habitación. Que entras y piensas: “Es más grande su armario que todo mi dormitorio”. Nos las vemos y nos las deseamos para colocar toda nuestra ropa entre armarios, muebles, mesillas, etc., y él o ella tienen una habitación dedicada, única y exclusivamente, a guardar ropa. Incluso guardan el vestido de su comunión en ellos. Este hecho ya nos puede parecer a muchos un lujo. Pero dentro de dicho parámetro también hay niveles. Vestidores de lujo. Lujo dentro del lujo.
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Parece obvio que para que una persona precise uno de estos vestidores de lujo ha de ser un amante empedernido de la moda y, obviamente, disponer de una buena cuenta bancaria. Hay que comprar mucha ropa para llenar uno de estos muebles. Pantalones, jerséis, vestidos o zapatos se acumulan en algunos casos y necesitan de su propio espacio.
Las personas que no tengan uno de estos vestidores de lujo, que solo dispongan de un par de armarios empotrados en los que colocar toda la ropa, verán esto como algo más propio de las películas de Hollywood, que de gente de a pie. Realmente, ni una cosa ni la otra.
No solo los famosos disponen de este tipo de muebles, pero está claro que no cualquier persona puede adquirirlos. Digamos que hay que ser rico o, por lo menos, tener una holgada cuenta en el banco y querer dedicarla a esto antes de invertirla en otros menesteres.
¿Quién fabrica y vende los vestidores de lujo?
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Como es lógico existen multitud de firmas que, entre su extenso catálogo, también se encargan de la fabricación y posterior comercialización de estos vestidores de lujo. Nosotros queremos destacar una empresa española que nació hace más de 65 años, Muebles Picó.
Fue José Picó Ramón quien dio luz a esta empresa allá por 1945. Un pequeño taller de ebanistería se convirtió en una de las empresas de muebles más importantes de España. Actualmente están inmersos en múltiples proyectos y sus vestidores de lujo son realmente admirados.
Se imaginan tener un armario solo para camisas, otro para pantalones, uno más para el calzado, incluso el último destinado a guardar los sombreros. Hay muchas personas que no se lo imaginan, lo ven cada día.
Foto: Muebles Picó
